Malagueño, nacido el 8 de febrero de 1828, hijo de maestro, llegó a ser una de las grandes mentes del siglo XIX. Estudió Filosofía y Derecho debido a que su tío, un escritor más conocido como “El Solitario” lo apadrinó.
Sus inquietudes intelectuales se inclinaron inicialmente hacia la literatura debido a la influencia de Serafín Estébanez Calderón y también hacia la historia, dedicación que no abandonó hasta su muerte.
Al tiempo Cánovas publicó “La Campana de Huesca” una novela histórica que le llevará a ser conocido en el mundo literario. Comenzó a ser conocido tanto por su literatura como por sus estudios históricos.
En la universidad hizo amistad con un joven llamado Manuel O´Donnell, sobrino del general Leopoldo O´Donnell, debido a esta amistad se puso a trabajar para Leopoldo O´Donnell con el que también llegaría a tener una gran amistad.
Hemos de decir que Cánovas y O´Donnell lograron en lo político superar la confrontación que tenían moderados y progresistas muy arraigada desde comienzos del siglo XIX.
“El Manifiesto de Manzanares” fue un documento redactado por Cánovas y firmado por O´Donnell, fue el programa político del levantamiento de “La Vicalvarada”, exigía reformas políticas y cortes constituyentes para hacer posible una auténtica regeneración liberal.
Antonio Cánovas del Castillo fue miembro y director de la Real Academia de la Historia hasta que fue asesinado en 1897 a manos de un anarquista.
Cánovas pasaba unos días de descanso en el balneario de Santa Águeda (Guipúzcoa) el 8 de agosto de 1897 para tratarse su glucosuria, tenía 69 años y era cliente habitual de este balneario. Cuatro días antes que Cánovas llegara a su alojamiento, se alojó un sujeto en el balneario con el falso nombre de “Emilio Rinaldini”, Michelle Angiolillo periodista y militante anarquista. Angiolillo actuó a sus anchas, la policía y la guardia civil poco pudieron hacer al respecto.
Mientras Cánovas leía el periódico Angiolillo le disparó tres veces. La esposa encotró a su marido tirado en el suelo e increpó al anarquista su asesinato.
“He venido a vengar a mis hermanos de Montjuic” dijo Angiolillo.
Desde el siglo XIX en España se ha asesinado a cinco presidentes del gobierno, dato curioso del cual hablaremos en próximas publicaciones.
Sergio V.